Turismo masivo vs. sostenibilidad
Eco-safaris de moda
El turismo de safari ha tenido durante mucho tiempo una mala reputación, y la idea de varios vehículos compitiendo alrededor de un gran felino parece más desalentadora que atractiva. Sin embargo, unas vacaciones de safari son el sueño de muchos admiradores, y los proveedores ahora las organizan de manera diferente, es decir, de forma más sostenible e individualizada.
Eco-safari y observación de la fauna...
... armonizan mucho mejor que el turismo masivo y el estrés para los animales de todos modos: El objetivo ahora es orientarse hacia un "turismo sostenible" con safaris también, y en particular la joven generación de clientes de safaris hace muchas preguntas antes de reservar. Al final, los tour operadores son elegidos en base a criterios ecológicos, explica Julie Cheetham, la directora general de Weeva, una plataforma que apoya a las empresas de turismo en el campo de la sostenibilidad.
Pionero de los eco-safaris en Sudáfrica
Sudáfrica es un pionero en el ámbito de los eco-safaris, y tiene como objetivo permitir a los visitantes estar en el corazón de la naturaleza sin dañarla. Por lo tanto, se están realizando inversiones en proyectos medioambientales, se están desplegando esfuerzos en la lucha contra la caza furtiva, y se implementan compensaciones por las emisiones de CO2. Un eco-safari comienza con un alojamiento sostenible: en lugar de edificios de cemento y ladrillo de estilo colonial, el enfoque ahora está en lodges de safari más respetuosos con el medio ambiente construidos con materiales locales. A menudo, estos alojamientos son alimentados por energía solar y se utiliza agua de lluvia para las duchas.
En la carretera con coches eléctricos
En el parque Kruger en Sudáfrica, ahora solo se utilizan vehículos todoterreno eléctricos, alimentados por energía solar. Esto reduce considerablemente las emisiones, ya que cada vehículo de safari en la reserva privada recorre aproximadamente 32,000 kilómetros al año. La ventaja adicional es que, a diferencia de los coches de gasolina, los coches eléctricos son más silenciosos, lo que permite a los visitantes escuchar mejor los sonidos de los pájaros y la fauna.
La otra opción es moverse a pie, a caballo o en bicicleta. Es, por supuesto, más aventurero, ya que la carrocería de un coche no te protege aquí; debes contar con un guardabosques experimentado. Sin embargo, eres parte de la naturaleza, no solo un observador.